domingo, 8 de agosto de 2010

NO TE DISTRAIGAS

Sermón predicado el 08 de Agosto de 2010 En la iglesia presbiteriana

“Juan Calvino” De Bucaramanga.

Lucas 12: 35-48


El texto

El texto del evangelio nos trae la historia de 2 siervos. Sin entrar en consideraciones de cultura, contexto y demás, que son importantes, pretendo que hagamos una reflexión en la cual veamos la pertinencia de la enseñanza de Jesús camino a Jerusalén. Según los títulos que les ponen las versiones de la biblia para identificar el tema; uno de ellos es calificado como vigilante o prudente y el otro como infiel. Cabe notar aquí que estos títulos no se encuentran en el texto original sino que son puestos por los distintos editores de las versiones de la biblia que hoy tenemos.

Siguiendo adelante el pasaje está hablándonos de las características que deben tener los siervos. Miremos pues de manera somera, qué es un siervo/a.

¿Que distingue a un siervo/a?

Lo primero y fundamental que distingue a un siervo/a es que tiene un amo. Tiene un señor. Esta es la característica distintiva de los siervos/as. Además de esto, el texto nos enseña algo más acerca de los siervos.

En el primer ejemplo, el texto se refiere al siervo prudente con la palabra griega “doulous” (Vr. 37) la cual denota principalmente servicio, el doulous es un servidor.

El siguiente, se refiere al siervo como un “oikonomos”. El significado de este término griego es literalmente administrador, algo así como mayordomo o amo de llaves.

Entonces además de tener un señor, un dueño, el siervo debe servir y administrar. Estas son las características de los siervos.

En reiteradas ocasiones la biblia habla de nosotros como siervos, y en verdad lo somos, pues tenemos un amo y señor: Jesús (Rm. 14:8-9. 2 Co. 4:5) estamos llamados a servir (Mr. 10:43) y somos administradores (Gn. 1:28; 1 Pe. 4:10) siendo así, el texto nos habla a nosotros hoy. Sin embargo, lo importante radica en la enseñanza que Jesús hace a sus seguidores. La cual he titulado no se distraigan.

Camino a Jerusalén, en el cumplimiento de su misión, Jesús, sabiendo lo que allí acontecería, no quiere distraerse y aprovechando las oportunidades que le presenta ese camino, les enseña a sus discípulos, y una de esas enseñanzas es la de no distraerse para alcanzar la aprobación de Dios y la felicidad.

¿Cómo pues lo haremos?

No distrayéndonos de lo que somos.

Somos siervos de Dios, llamados a servir, no a ser servidos. La actitud de la humanidad y de algunos que nos decimos ser cristianos, nada tiene que ver con este postulado. Hemos perdido el camino, el rumbo que nos trazó Jesús. Parece que nos hemos convertido en una especie de "mírame, pero no me toques". Gran parte de los males de la humanidad y de la iglesia cristiana, están en el olvido de este postulado del caminar cristiano. Se nos está olvidando el carácter del servicio como distintivo de nuestro accionar en la humanidad. Sin querer extenderme en este punto, citando un ejemplo, podemos solo mirar los gobernantes que se les olvida que son servidores públicos y no reyes. Estos utilizan el poder que les otorga el pueblo no para servirles, sino en muchas ocasiones, para someterles.

También somos administradores. Al decir esto nos referimos directamente a la manera en cómo vemos lo que nos rodea. Un buen administrador reconoce que lo que le rodea no es suyo, sino de su Señor. Ve las cosas como ajenas, como algo de lo que le pedirán cuentas. Esos dichos populares como "las cosas no son del dueño sino del que las necesita" no son para nada cristianos ni acorde con el pensamiento bíblico. Este principio es aplicable a todo en nuestra vida, pues Dios nos pedirá cuentas de lo que hacemos, y de lo que dejamos de hacer, pedirá cuenta de nuestra vida (Mt 18:23; 25:19) preguntémonos ahora ¿Cómo ve Dios lo que estamos haciendo con su creación? ¿la estamos cuidando como si no fuera nuestra? ¿Cuál es la actitud que tomamos frente a lo que nos rodea, personas y cosas? No solo basta con dar a Dios lo que es de de Dios, también debemos honrarle con lo que no le damos. Es triste pensar que la humanidad entera esperó a que la creación estuviera agonizante para preocuparse por ella, y aun así, quienes se creen señores del mundo no hacen nada significativo para que las cosas cambien. Si solo entendiéramos lo que es ser administradores de las cosas de nuestro Dios y de su multiforme gracia, seguro trasformaríamos este mundo (Gn. 1:28; 1 Pe. 4:10)

No distrayéndonos en lo que hacemos

Cuando somos constantes en lo que hacemos entonces el éxito está asegurado. Cuando un atleta deja de entrenar y se pone a beber y relajarse, lo que le espera es la pérdida de su estado físico y la reprobación de su entrenador, además de no poder ganar. El siervo que pensó que su señor se demoraba y dejó de hacer lo que le correspondía como siervo, fue reo de castigo (Vrs. 45-46)

Estamos en un momento coyuntural en el cual la iglesia no puede bajar la guardia, no puede distraerse de lo que está llamada a hacer. El ritmo de la sociedad y la vida misma esta tan acelerada, que el que no se adapta, muere; como dicen por ahí “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente” me permito tocar dos cosas que me parecen importantes:

Conclusión

No te distraigas en lo personal. En lo que eres y en lo que haces. Tu felicidad depende de esto. Solo llegan alcanzar sus metas los que no se distraen de su objetivo, aquellas personas que intencionalmente se olvidan de las cosas que no les permiten crecer. Como dice el Apóstol Pablo “una cosa hago, olvidándome de lo queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante….(Fl 3:13-14)

No te distraigas como iglesia. En lo que eres, eres fermento, luz, denuncia, guardián de la justicia y de la creación hay que estar atento a toda clase de injusticia de señorío que no venga de Dios. Hay que cuidar de la creación y de nuestra misión, preciso en este nuevo momento de un nuevo gobierno, cuidémonos de no distraernos dejando que hagan lo que quieran.

En lo que haces. Acordémonos que es lo que hacemos y no nos distraigamos. Hacemos la paz, la proclamamos, hacemos diaconía (servicio) hacemos justicia, levantamos al caído, liberamos al cautivo, sanamos los corazones quebrantados, desatamos las ligaduras de opresión; concretamente construimos el reino de Dios en el mundo.

No nos distraigamos en esto y seremos dignos de la alegría y la aprobación de Dios. Recordemos que a quien mucho se le da, mucho se le demandará.

C.S.M CRISTHIAN GÓMEZ

2 comentarios:

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  2. pastor muy bonita la predica... ante todo nuestro objetivo es, no distraernos y ser instrumentos en las manos del señor..........
    pues somos siervos y como tal.. somos enviados a obedecer y cumplir las obras de nuestro señor.........
    gracias por la palabra....

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